La resiliencia, el autocuidado y la salud mental en la defensa de los derechos humanos

Conversation Details

Dates of conversation: 
Tuesday, March 28, 2023
Conversation type: 

Las conversaciones en línea de Nuevas Tácticas son entre activistas y defensores de derechos humanos, que brindan la oportunidad de compartir experiencias, aprender mutuamente y conocer a nuevos aliados. Estas conversaciones han adoptado diversas formas a lo largo de los años, como foros públicos, seminarios web y podcasts. En esta oportunidad hoy, tenemos un diálogo virtual de Zoom entre panelistas con experiencia como defensores y activistas de diversas organizaciones.

Esta conversación tomó lugar el 28 de marzo a las 10 am CDMX, (GMT-6). Fuesobre la resiliencia, el autocuidado y la salud mental en la defensa de los derechos humanos.
Reconocemos el coste personal-emocional que conlleva el trabajo en la defensa de DDHH o como cuidadores de personas que sufren la violación de estos derechos. Por lo tanto, en esta conversación, examinamos los siguientes temas:

  • Por qué es importante la resiliencia para los defensores que trabajan por los derechos humanos
  • Las barreras que existen para la resiliencia / el autocuidado en el trabajo de defensa de los derechos humanos
  • Cómo pueden las personas (individuales) contrarrestar la fatiga, el agotamiento y el trauma secundario en el activismo, y
  • Qué pueden hacer las organizaciones de derechos humanos para promover la resiliencia y crear una cultura de autocuidado

En esta fascinante conversación en línea, las panelistas exploraron el concepto de resiliencia y su relevancia para los defensores y activistas de derechos humanos. Se destacó la importancia de reconocer nuestra función y responsabilidad como defensores de los derechos humanos, así como la necesidad de equilibrar la empatía con la objetividad para ser efectivos en nuestro trabajo.

Se resaltó la importancia de contar con un equipo de apoyo multidisciplinario para hacer frente a las situaciones de vulnerabilidad y abuso con las que nos encontramos a diario. También se hizo hincapié en la importancia de cuidar nuestra propia salud mental y emocional, ya que solo a través del autocuidado podemos ser agentes de cambio efectivos.

La educación en derechos humanos se presentó como un pilar fundamental para fortalecer nuestra conciencia sobre nuestros propios derechos y los derechos de los demás. Además, se destacó la necesidad de proteger los neuroderechos, como el derecho a la identidad mental y el libre albedrío, para garantizar una sociedad saludable y empática.

La conversación aborda varios conceptos relacionados con la salud mental, el trauma y los derechos humanos desde una perspectiva de psicología social de la liberación. Se plantea que la salud mental no debe ser patologizada ni individualizada, sino que debe verse como capacidades sociales para tener una vida digna. Además, se enfatiza que el trauma es un problema social y requiere un abordaje colectivo de verdad, justicia, reparación y memoria. También se destaca que el Estado es el responsable de garantizar los derechos humanos y se señala la violación de derechos en varios países, incluido México. Se menciona la importancia de fortalecer proyectos políticos, garantizar la seguridad integral de las personas y fortalecer el trabajo psicoemocional colectivo para construir un tejido social sólido y acceder a una vida digna de derechos.

Los panelistas llamaron la atención de los gobiernos, las agencias, la sociedad civil y los ciudadanos comunes sobre la importancia de abordar la salud mental como una cuestión de salud pública. Al promover una convivencia ordenada y proteger los derechos fundamentales, se crea un entorno propicio para la resiliencia y el bienestar general de la sociedad.

En conclusión, esta enriquecedora conversación enfatizó la intersección entre la resiliencia, la educación en derechos humanos y la salud mental. Al reconocer la importancia de cada uno de estos aspectos y trabajar en conjunto, podemos construir un mundo más inclusivo, empático y respetuoso de los derechos humanos para todos.

En el tema de Salud Mental y apoyo psicosocial, es importante reconocer que la Salud Mental se ha convertido en un privilegio. No podemos exigir a las personas que están lidiando con situaciones difíciles, como los directores de albergues, que realicen terapia, yoga o meditación para sentirse bien. En cambio, debemos enfocarnos en actividades sociales y comunitarias que fomenten la atención y el apoyo colectivo.

Es fundamental incluir a la población en estas actividades, como los cine debates, para que comprendan que la migración es un fenómeno real y no solo una amenaza. Debemos buscar la empatía y entender las realidades tanto de las personas migrantes como de las comunidades de acogida. A pesar de la xenofobia y discriminación existentes, debemos trabajar juntos para encontrar soluciones.

Es esencial comprender que el autocuidado no puede ser individual, sino que requiere una estructura y apoyo colectivo. No podemos culpar a un solo individuo por sentirse vulnerable, ya que nuestras emociones son normales y debemos cuestionar su origen para buscar formas de mejorar. Aunque quienes trabajamos en este ámbito estamos dispuestos a hacer todo lo posible, también debemos tener límites y separarnos un poco para cuidarnos emocionalmente.

Es importante generar un diálogo colectivo con organizaciones y defensores de derechos humanos, recordando que el Estado debería ser el principal responsable. No somos los salvadores del mundo ni pretendemos ser superhéroes. Debemos ser conscientes de la necesidad de equilibrio y separación para cuidarnos a nosotros mismos, pero siempre desde un enfoque colectivo.

La educación en derechos humanos es fundamental para reclamar y garantizar nuestros derechos. No podemos depender únicamente del Estado, sino que los ciudadanos también somos responsables de promover y proteger los derechos humanos. La sociedad civil organizada tiene un papel crucial en la educación en derechos humanos, y uno de los sectores fundamentales es la familia. Desde el núcleo familiar se generan y reconocen los primeros derechos y deberes.

La educación en derechos humanos nos enfrenta a desafíos, especialmente cuando muchas personas han experimentado carencias y no se reconocen como dignas de tener derechos. Existen problemas estructurales y deficiencias en todos los actores de la sociedad, ya sea el gobierno, la sociedad civil o el sector privado. La educación en derechos humanos requiere el apoyo de la familia, la identificación y el reconocimiento de la persona como digna de derechos y la capacidad de tener una identidad sin influencias negativas.

Es responsabilidad de todos apoyar el derecho a la vida, la identidad y la capacidad de tomar decisiones basadas en la educación y el desarrollo de un criterio propio. Sin embargo, nos enfrentamos a obstáculos impuestos por la misma sociedad y sus intereses económicos, sociales y culturales arraigados en la historia de los países. Es crucial promover el amor y el respeto en el seno familiar, ya que el amor y el respeto son la base para formar ciudadanos conscientes y responsables en el futuro.

La educación en derechos humanos es la herramienta para superar estos obstáculos y construir una sociedad en la que los derechos humanos sean respetados y garantizados.

La perspectiva interseccional nos ayuda a comprender las diversas realidades sociales y establecer políticas públicas que aborden las múltiples vulnerabilidades y opresiones sistémicas. La interseccionalidad muestra cómo se intersectan y se acumulan las opresiones, como ser defensor de derechos humanos y enfrentar discriminación por ser indígena, mujer, vivir en la periferia o pertenecer a la clase trabajadora. Las mujeres defensoras de derechos humanos enfrentan una doble vulnerabilidad, ya que además de la estigmatización y criminalización, también sufren violencia sexualizada tanto por los agresores como por la construcción social del estigma. La interseccionalidad nos muestra que no existen garantías para una vida digna debido a la cultura patriarcal, la violencia contra las mujeres y el daño ejemplar en contextos indígenas. Las comunidades y organizaciones de derechos humanos están construyendo metodologías de sanación colectiva para liberar el dolor y garantizar que estas violencias no se repitan en futuras generaciones. Es importante fortalecer estas iniciativas desde diferentes ámbitos y promover políticas públicas que protejan la vida digna de todas las personas, especialmente de aquellas altamente vulnerables debido a su interseccionalidad.

Conversation Leaders

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Ximena Arroyo
ACNUR México
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Jessica G. Arellano López
Aluna Acompañamiento Psicosocial
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Damarys Rangel
DERECHOS HUMANOS CON DR, CORP